He nombrado la brújula, usted viaje:
puede tomar el norte si no hay viento,
puede también buscar el movimiento
del devenir sombrero en un tatuaje.
Hemos hablado ya de aquel paisaje,
de la ventana azul que experimento;
usted y yo sabemos que le miento,
no soporta verdad nuestro equipaje.
¿Qué habrá de suceder tras estos versos
cuando usted se los diga a su vecino
y se vaya a soñar cuentos perversos?
Quedará la pregunta sin destino,
pues al dejar entrar mis universos
vaya usted a saber qué cosa vino.
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